El matrimonio es un signo precioso, porque «cuando un hombre y una mujer celebran el sacramento del matrimonio, Dios, por decirlo así, se “refleja” en ellos, imprime en ellos los propios rasgos y el carácter indeleble de su amor. El matrimonio es la imagen del amor de Dios por nosotros. También Dios, en efecto, es comunión: las tres Personas del Padre, Hijo y Espíritu Santo viven desde siempre y para siempre en unidad perfecta. Y es precisamente este el misterio del matrimonio: Dios hace de los dos esposos una sola existencia» ( Amoris Laetitia, del Papa Francisco, n.121 )
La parroquia acoge con alegría a las parejas de novios que decidan contraer matrimonio y les facilitará todos los medios posibles para que todos los trámites legales y canónicos no sean una carga y se conviertan en una ayuda para vivir más intensamente la celebración de su matrimonio como un acontecimiento fundamental en sus vidas.
Conviene fijar la fecha de la Celebración del Sacramento con suficiente antelación
El Sacramento se celebra los sábados a las 12 o a las 18 horas.